Los cepillos de dientes tienen una vida de unos 3 meses (o al menos, ese es el periodo de tiempo en el que deberían ser cambiados). Si tenemos en cuenta que nos cepillamos los dientes al menos 3 veces al día, eso significa que utilizaremos cada cepillo unas 300 veces antes de renovarlo.
La higiene bucal no solo consiste en el cepillado de nuestros dientes. Mantener limpio nuestro cepillo de dientes también es una parte fundamental. Por ello, vamos a repasar unos consejos para conservar nuestros cepillos de dientes en el mejor estado posible:
- Lávate las manos antes de cepillarte los dientes. En nuestras manos tenemos un gran número de bacterias y si utilizamos nuestro cepillo de dientes sin habérnoslas lavado, las estaremos trasmitiendo a nuestro cepillo y, por tanto, a nuestra boca.
- Limpia tu cepillo: Después de cada cepillado, debemos lavar nuestro cepillo con agua tibia para eliminar los posibles restos de comida y pasta de dientes que pueda tener. No olvides agitarlo antes de guardarlo para retirar la mayor cantidad de agua posible… ¡a las bacterias les encantan los lugares húmedos!
- Guárdalo adecuadamente: Después del aclarado, debemos guardarlo en posición vertical, con las cerdas hacia arriba para que se seque antes del próximo uso.
- ¡Cuidado con otros cepillos! Al igual que a todos nos parecería poco higiénico compartir el cepillo de dientes con otra persona, que nuestros cepillos entren en contacto con el cepillo de otra persona, serviría para compartir bacterias y fluidos corporales.
- Lava habitualmente el recipiente en el que mantienes los cepillos de dientes.
- Si viajas, cubre tu cepillo. No querrás que entre en contacto con el resto de objetos que llevas contigo, ¿verdad?
Recuerda que a todas las situaciones a las que expongas a tu cepillo, pasarán posteriormente a tu boca. Cuida tus cepillos de dientes y estarás cuidando tu sonrisa.